Esta póliza cubre fundamentalmente los gastos fijos de las empresas, los cuales son normalmente más cuantiosos que los beneficios de las mismas, por lo que VANTEVO, este nombre no lo considera afortunado, pues en épocas de crisis, donde las empresas tienen pocos o nulos beneficios, parece que no necesitan este tipo de cobertura y en realidad se da la situación contraria: en época de crisis es cuando más se necesita tener una buena póliza para cubrir las posibles pérdidas consecuenciales en caso de siniestro .
Dado que no hay dos empresas iguales, no debería haber dos pólizas iguales. La realidad es que la gran mayoría de ellas se parecen mucho: los periodos máximos de indemnización suelen ser de 12 meses, las franquicias de uno o dos días, etc.
Una paralización de una semana en el proceso productivo de una empresa, que equivale normalmente al 2% de la producción anual, no afectará por igual a todas las empresas. Dependerá de su nivel de stock y de si tiene capacidad productiva ociosa.
Lamentablemente, pocas veces las pólizas de pérdidas consecuenciales en nuestro país son “trajes a medida” (abundan las pólizas manifiestamente mejorables) lo que genera problemas a la hora del siniestro, pero de esto hablaremos otro día.